Minimizar los impactos negativos en el ambiente es un compromiso ineludible en todo el mundo. El Comité 350 del American Concrete Institute reconoció la necesidad de ejecutar procedimientos estandarizados de ensayo de estructuras de hormigón armado de contención de líquidos que pudieran generar daños ambientales.
Estos métodos de prueba proporcionan procedimientos y criterios de aceptación para hacer una prueba de estanqueidad.
Los mismos son aplicables a estructuras de contención (cerradas o abiertas) de líquidos y gases construidas con hormigón o una combinación de hormigón y otros materiales.
La norma incluye pruebas hidrostáticas, hidrostáticas sobrecargadas y neumáticas.
¿Cómo se hace esta prueba para una pileta de grandes dimensiones?
Así lo hicimos en uno de los proyectos más importantes del Uruguay. Aplicamos la norma ACI 350.1-10 en estructuras de contención abiertas de hormigón armado. Para hacernos una idea, estas estructuras contienen el líquido equivalente a un lago de media hectárea.
Vamos a explicar los criterios de aceptación que nos impone la norma que tienen dos fases: cualitativa y cuantitativa.
La fase cualitativa comprende la inspección visual durante un corto período de días antes de la fase cuantitativa de la prueba. Si se observa agua en las superficies exteriores de las estructuras de contención, incluidas las juntas y fisuras, donde la humedad puede recogerse con una mano seca, se considerará que la estructura de contención no ha superado la fase 1 de la prueba hidrostática.
Para el inicio de la fase cuantitativa deben tenerse en cuenta los siguientes aspectos:
- Debe estar superada la fase1.
- La temperatura ambiente no debe superar los 35°C ni el punto de congelamiento del agua.
- No se deben programar las pruebas si los pronósticos de las condiciones climáticas son adversos.
El período de la prueba para el criterio de la fase 2 es de 72 horas, durante el cual se realizarán mediciones de nivel inicial y final de la superficie del agua con un intervalo de 24 horas.
El método debe considerar los efectos adversos del viento u otros factores que pudieran afectar la medición, que puede realizarse de diferentes formas, utilizando instrumentos sencillos o más sofisticados (topográficos) dependiendo del grado de error que se considere adecuado.
Se deben colocar tanques testigos en la estructura, ya que estos permiten medir las pérdidas por evaporación y el ingreso de agua por precipitación.
La temperatura del agua se registrará en una cierta profundidad, por debajo de la superficie del agua al comienzo y al final de la prueba.
Las pérdidas se consideran admisibles hasta cierto rango, para ello es necesario establecer estos parámetros al momento de planificar la prueba.
Se considerará aprobada la hermeticidad de la estructura cuando las dos fases estén aprobadas.
Es importante destacar que es la primera vez que se aplican criterios de control con este nivel de exigencia en Uruguay.
Se trata de algo más que simplemente cumplir con los requisitos de una norma. Se trata de asegurar de que las estructuras sean seguras y sostenibles a largo plazo. Y eso es algo que todos deberíamos tener en cuenta para evitar daños ambientales